El antiguo edificio de inspiración clásica coronado por el Dios Mercurio que Pedro de Guimón levantó en 1922, fue sustituido por un gran rascacielos de veinte pisos que desde 1.968 constituyó la sede central del Banco de Vizcaya, antes de fusionarse con el de Bilbao y Argentaria. José Luis de Villanueva construyó este soberbio edificio con forma de prisma saliente y fachada corrida de cristal que es un símbolo del poder financiero de la “city” bilbaína.